Makisu en la gran ciudad: Malasia – Singapur – Malasia
Mi primera reacción en Malasia fue por el olor a especias, mucho ajo y obviamente «curry» (mi estómago revuelto instantáneamente). Esto fue en el aeropuerto durante la escala de nuestro vuelo a Singapur. Tomamos Malaysia airlines, escala en Kuala Lumpur, porque era lo único que había, y obvio era inevitable acordarse del avión desaparecido unas semanas antes. A los papás no les hablamos de Malasia, nos hicimos lo locos y todo salió bien 🙂
Lo que me llamó la atención no más bajarnos del avión fue la enorme cantidad de mujeres con velo. De hecho todas las mujeres que vi trabajando en el aeropuerto iban cubiertas, unas más modernas, otras más tradicionales, pero sin mostrar un pelo, literalmente. Vi también muchas familias indias y (no quiero generalizar, pero es lo que yo viví) tuve que hacerles el quite, porque QUÉ MANERA DE SOLTAR FLATOS ESA GENTE!!!!! Me acuerdo que le dije a Pablo «ya no estoy tan segura de querer ir a India Alguna vez…
Bueno,y después de como mil horas por fin llegamos a Singapur
Nos subimos a esta especie de rueda que tiene vistas a todo la ciudad.
Fuimos al museo de la Cultura China, uno de los grupos de inmigrantes que ayudaron a levantar el país. Me las lloré todas y este testimonio me llegó.
En medio de Chinatown hay un templo hindú, na que ver jajja, pero las vaquitas sobre los muros son bellas…
Anduvimos en esos buses sin techo llamados «Hop On» así es que recorrimos casi toda la ciudad (y país :P) La mayorìa de los puentes tienen vegetación. Este es antiguo y el que más me gustó.
Y los edificios, muero por vivir ahí!!!!
En el aire Yay!!
Cuando nos bajamos de la rueda hubo una lluvia torrencial como de una hora con tormenta eléctrica y todo, después que paró nos subimos a este bote con ruedas que da un mini recorrido por el sector y después se mete al mar con efecto splash y todo 😀
Ganándole terreno al mar
Esto no es al aire libre, no señor. Esto es dentro de un pequeño mall
Onda, más exclusivo porfa!! (Porque sí, usted lo ve bien; es Louis Vuitton, en una isla propia)
Nos quedamos tres días, uno más de lo que habíamos planeado y es que de verdad que no daban ganas de irse, me da lo mismo que me cobraran hasta por respirar, pero saber que si la micro pasa a las 8:30 puedo llegar a las 8:29 al paradero con la total seguridad de que no voy a esperar más de un minuto… Así de maravilloso.
Despues volvimos a Kuala Lumpur, esta vez para quedarnos unos días. Nos tocó mucha lluvia, así que tenemos pocas fotos al aire libre. Además tienen estas pasarelas o pasos sobre nivel que unen los edificios más importantes del centro de la ciudad, y anduvimos casi siempre por ahí, porque abajo toma el triple de tiempo.
Mirando los juego de agua atrás de las Petronas, como a los cinco minutos se puso a llover otra vez.
¿Se acuerdan que les hablé de los baños de Camboya? Bueno, esta es la versión Fancy de los mismos. Ojo que esto es en un mall ultra cuico, es la usanza al parecer.
El hombre de acero (con tres Superman atrás 1313)
Me encontrè a los monos de Line, imposible no amarlos…
Helados bacanosos, daba hasta pena comérselos 😛
El primer día cuando fuimos a las Petronas no sabíamos de la existencia de las pasarelas, nos volvimos caminando al hotel y fue ETERNO, cuando por fin vimos las luces de esta calle supimos que faltaba poco (llevábamos como hora y media caminando). Nos sirvió para conocer la ciudad 😀
Por fin!! Como consejo, para subir a las torres se debe sacar turno por internet con alrededor de dos meses de anticipación. Obvio no teníamos idea y junto al otro millón de pajarones que estaban abajo no nos quedó otra que mirarlas por fuera no más.
Me queda puro hablarles de Tailandia, no estoy segura si en una o dos partes. Ahí verán mi cambio de look y todo 😛